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El final del verano es una canción del dúo dinámico

otoño estherimenta
El final del verano es una canción del dúo dinámico, es un futuro sin Chanquete, una rebeca por la mañana, un atardecer a las ocho y media.
El final del verano no es el 22 de septiembre, a veces es un 31 de agosto, ni siquiera es un comienzo de año, es el final de un año entero. Huele a libro nuevo, a oficina vieja, huele a tormenta y al calor del mediodía.
Hago recuento todos los septiembre, en ocasiones antes, el 31 de agosto. Lo hago sin querer, cuando los recuerdos acuden solícitos, sin ser llamados, aun la arena escurriéndose en los dedos y el agua acariciando mis pies y la melancolía ya esta instalada; es una vieja conocida desde hace años, regresa con las llaves en la mano y la maleta cargada.
No siempre fue así hubo un tiempo en que era ligera y voluble, un poco como yo, me saludaba y pasaba de largo porque yo estaba ocupada, con los viejos amigos, los zapatos a estrenar, mi compañera entonces era la emoción por lo venidero.


palanganas estherimenta
Porque el final del verano es un final y nunca sé si un principio, es una duda y una incertidumbre. Atrás se han quedado las siestas en susurro, los baños en una palangana en el patio de atrás en la casa de mi abuela, primero en una grande de níquel y luego, cuando ya no cabía, en dos, el culo en una, los pies en otra.
Días en el pueblo, con mi abuela, mis tíos, mis padres, con mis hermanas, primero una, mucho después otra y mis primas y mis amigos, no recuerdo el orden, Loli y Conchi, Mª Esther, Mª José, Alicia, Germán y Álvaro, Mª Ángeles y Jose, luego Mamel y Emilio, después Julian, Yolanda, Balbi, Eva, Ramón, Juanjo, León, y Maribel, Carlitos, Toñi, Manoli y Sandra, no recuerdo el orden. Cuantas tardes de muralla rota con ellos, fiestas de gusanitos, jugar "al escalón" ¡habráse visto juego más tonto! pero era nuestro, sólo nuestro, cuantas horas en el invertido; los dientes rotos y las narices sangrantes atestiguaban que también jugábamos a churro.

Luego un día nos hicimos mayores, unos antes que otros, en aquel entonces un año lo era todo, no era una medida de tiempo, era media vida ¿te acuerdas Mª Esther cuando jugabas a escondidas? ella ya era mayor a nosotros eso nos daba pena, no creceríamos, no dejaríamos de jugar, decíamos.
Pero lo hicimos, cambiamos la pelota por las tardes escondidos en el pub, cambiamos jugar a tiburón en una toi, esa piscina hexagonal pequeña, por las noches hasta las mil en una verbena o en la disco, entre besos robados y bailes lentos, los caramelos por el peor whisky que había en la faz de la tierra, también era el más barato. Sin darnos cuenta cambiamos la niñez por esa juventud que creíamos invencible.


Unidos a los recuerdos de este pueblo pequeño están los de mi otro pueblo, más grande, más lejano, la Tarifa de mi infancia, mi abuelo, las sardinas en el patio, mi tata, mis otros primos, las tablas de winsurf.  Un inicio de lo que es ahora pero tan diferente que parece otro lugar, tardes enteras en la playa, noches enteras con el ulular del viento.
Tarifa es sin duda la preadolescencia y los años que siguieron, es Irene, Fraski, Sandra, Raquel, Marcos, Quisco, Roberto, Argui, Tere, Medina, Angelines, Patri y muchos otros que fueron y pasaron, no recuerdo los nombres; se quedaron estancados entre fracasados intentos de moraga, en una noche en el balneario o en el Maguila. Recuerdo las tardes de cartas, la abuela de Irene gruñendo ¡eso no es para niñas! decía, llegar a casa merendar tranvías de la pastelería de la calle de la Luz, más buenos que los de la calzada, cenar bisté y puchero y el olor del jazmín en el patio al caer la noche.

Pero el final de todos los veranos siempre acababa con una canción, lagrimas y risas de despedida, promesas que se romperán por imposibles y una maleta cerrada.

Bienvenido otoño como siempre te abrazo con desaliento, no me riñas, es mi forma de ser.

El final
del verano
llegó,
y tu partirás,
Yo no sé
hasta cuando,
este amor
recordaras."

Hazte un album de fotos y guarda tus recuerdos

photobook estherimenta
album de fotos estherimenta

Cuando mi penúltimo ordenador me aviso una tarde de que nuestro idilio no iba a durar para siempre, corrí a comprar un disco duro externo, salvada por los pelos pensé. Allí deje guardados los trabajos, música y fotos de los anteriores seis o siete años; lo anterior estaba guardado en cedes y deuvedes varios, lo anterior (no te rias) en disquetes, negativos y papel.

Cuando mi flamante nuevo mac aterrizó en casa, vino todo plano y ufano sin ranurita ni nada para cd. -No lo necesito, soy el futuro- me dijo. Vale sí, futuro, pero me tendré que comprar un lector externo, porque a ver ¿qué hago yo sino con las fotos y la música y todo que tengo en cedeses?
A día de hoy no he comprado el lector; a veces me asusto a mi misma y pienso que acabarán como los disquetes, sin que haya manera de leerlos hoy día. Pero no hago nada.

Y toda esta diatriba viene a que mi disco duro externo parece haber muerto, como en una buena peli de catástrofes en la que tu casa se incendia, inunda o sale por los aires y allí van desparramados todas tus cosas, tus tonterías, esas que guardas como si fuesen un tesoro, todas tus fotos.
Fotos de tu primer viaje fuera, de la boda de tu hermana, de la de tu prima, esas en las que aun salía tu abuelo, otras en las que bailabas en la mejor verbena que recuerdes, esa en las que estabas guapísima, simplemente porque tenías mil años menos. Todas esas y las otras, las que no recuerdas y siempre te arrancan una sonrisa o un suspiro de nostalgia.

Y yo no sé si recuperaré o no mis fotos, pero mientras, en mitad del duelo aparecieron los de saal-digital y me ofrecieron hacer un libro con mis fotos. Recuperé las que pude de aquí y allá y me mandaron a casa esta maravilla, es una preciosidad pequeñita con las tapas brillantes y las hojas mate, que se abre totalmente y tiene un papel grueso con unos colores muy bonitos.

Así que mi consejo es este: hazte un album, o varios, y guarda tus recuerdos.

Bloc de listas

estherimenta lista

A estas alturas del año y aun no tengo agenda ni nada que se le parezca, el intento de bullet journal del año pasado empezó con grandes expectativas pero no llegué a concluirlo.

Así que supongo que por más que lo intente de otra forma necesito una agenda y en su defecto algo donde apuntar las tareas (que por favor no sea tamaño escritorio).
Sí, un bloc de notas o de listas, una libreta pautada,ya cualquier cosa me sirve, porque por más que lo intente no soy Sheldon (el de the big bang theory) y no tengo memoria de elefante.

En este estado de cosas, también me he dado cuenta que soy una pejiguera. Cuadernos de notas haberlos, haylos; pero o eran demasiado optimistas o demasiado místicos, o me harían parecer una ególatra de primera, o una cursi, o una hortera de bolera...
-Con lo sencillito que sería que hubieran hecho uno de rayitas que ponga lista y punto pelota- pensé. Y tan sencilla me pareció la cosa que, aun sin tiempo ni para decir hola, me puse, lo hice, lo recorté y ahora te lo dejo aquí.
Sólo tienes que imprimir recortar en tres parte la hoja por las lineas pespunteadas y voila.
https://goo.gl/jxEwwh

cumpleaños número 10




A finales de 2017 estherimenta ha cumplido diez años. ¡Diez años!
¿Sabias que la media de vida de un blog es de dos años?, yo todavía me pregunto como lo hemos hecho. Y digo lo hemos hecho porque no he sido yo sola; detrás estas tú que me lees, amigos que he desvirtualizado, o que habitan en mails y redes sociales, gente que me lee sin decir ni mu, gente que siempre me dedica unas palabras. 
Gente que ha decidido apostar por mí y confiar en mi trabajo, algunos odiadores (claro, gruñones siempre hay), gente que me entiende y gente que aun se pregunta de que va esto. 
No, definitivamente no estoy sola, cumplimos años y espero que por muchos más.

Esta semana estamos de fiesta como podéis ver en este vídeo en el que han participado unos buenos amigos y que tiene banda sonora a cargo de mi amiga Gema Galán (que es una genia).
Nos hemos ido al parque a comer tarta y beber limonada y si me sigues en instagram y en facebook (¿no lo haces? ¡corre!) verás que también va a haber regalos ¡yupi!



estherimenta cumpleblog
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Postales y snail mail


postales estherimenta
postales estherimenta
Fotografías de Sami Garra

He vuelto a dibujar a mano, dibujos pequeños, hechos con lapices y rotuladores de alcohol, a veces también con acuarelas o tempera; yo soy de técnica mixta. Me propuse llenar mi muro de instagram de dibujos y la verdad, no lo he conseguido. Ni de lejos.
Pero, mi amiga Sami me ha convencido para no dejar los dibujos en el cajón. Ahora podéis encontrar este conjunto de postales en su tienda online, si las quieres pincha aquí, las puedes usar para escribir a alguien con cariño, o incluso para desearle lo peor de forma bella. Pero también puedes colgarlas en alguna parte, me gusta pensar que trocitos de mi viajaran a hogares hermosos.