una boda bonita

Y es que a ver ¿que boda no es bonita? unas más aburridas otras más divertidas, clásicas, horteras, alternativas, grandes, pequeñas, pero bonitas, seguro que bonitas. 

Os voy a confesar una cosa, que destrozara para siempre cualquier intento que ose tener de parecer interesante, moderna y despreocupada, a mi me gustan las verbenas y las bodas, y me podrías decir -¡Esther, si tú no bailas!¡si cambias de emisora al menor atisbo de pachanga!-ya, sí, eso es verdad, pero no lo puedo remediar, hay algo en una verbena y en una fiesta de boda, un no sé que, que a mi me gusta, me hace sonreír y correr hacia las guirnaldas de bombillas, hacia la conga y los pajaritos, será por eso que una de mis canciones favoritas de Serrat es Fiesta.

Unos amigos míos se acaban de casar, y estos son los muñecos que hice para su tarta de boda, son como los Pérez que hice hace tiempo, unos señores reciclados que hice con mucho cariño. Son y Vincenzo ojalá que seáis muy felices.