Croacia
Tanto me gusto la primera vez que fui que volvimos a viajar otra vez unos años después, aunque no sé si por que lo habíamos idealizado ya que nos gusto tanto, tanto o porque realmente el país ya no era el mismo, que la segunda vez no nos resulto tan mágico, aun así recomiendo que lo visitéis y estas son tres razones (aunque hay muchísimas más):
- Por su comida totalmente mediterránea, con unos sabores familiares y muy ricos con platos parecidos pero diferentes, por sus pizzas que han sabido copiar tan bien a sus vecinos de enfrente, por sus sardinas y sus tomates.
- Por su costa desde la preciosa Dubrovnik (que no puedes dejar de visitar) hasta llegar a Pula, pasando por sus islas como la famosa Brač.
- Los lagos de Plitvice un parque natural donde te sentirás como un hada, un elfo o una ardilla (tú ya elige el bicho que prefieras)
Suiza
Y ¿qué vas a hacer en Suiza? me decían justo antes de ir aquel verano, nos han dicho que es bonito repetíamos y es cierto, es bonito, es verde, es alegre, en verano tiene el cielo azul y un paisaje de prados y bosques, de montaña y lagos. Aquí las tres razones:
-Por que si tienes la suerte de ir a Berna en fiestas te sorprenderá, una fiesta muy diferente a las nuestras pero jovial y amable llena de música y sonrisas.
- Porque te puedes bañar en el río Aare que atraviesa la capital, un río verde de agua limpia y muy fría en que lo divertido es dejarse arrastrar por la corriente hasta la próxima escalerilla.
- Y sí claro, por sus quesos, por su carne de ternera y y también por sus vinos unos grandes desconocidos.
Noruega
De Noruega ya os conté que vine enamorada de sus paisajes salvajes y sus cumbres nevadas y mis razones son estas (y mil más):
-Por sus fresas, yo siempre había dicho que la fresa es una fruta que promete mucho más de lo que luego da y en Noruega las fresas dan lo que prometen, saben a jugo y rojo pasión a brillo y dulzura.
-Por su imponentes fiordos porque no se puede describir la increíble sensación de pasear en barco entre sus agrestes paredes surcadas de cataratas.
-Por sus glaciares porque pasear entre hielos milenarios siempre estará en mi memoria.
Y estás son mis razones seguro que cada viajero tiene las suyas, tesoros que duran por siempre.
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