Me ha dado por pensar después de tenerlo todo previsto que la entrada de hoy no pegaba mucho con el blog, pero da igual, sí pega me he dicho, al fin y al cabo es parte de mi trabajo o lo era, cuando mozuela yo diseñaba páginas web, así de bonito y así de terrible ¿alguien recuerda la crisis de las punto com? mi incursión en el mundo laboral vino de la mano de sus últimos coletazos y quien dice la mano, dice el pie o más bien un puntapié y de los gordos.
Creo que en toda la historia universal del diseño gráfico, desde aquel cartel en latino (latino de los romanos, no de allende los mares) de cuidado con el perro, del que nos hablaba Enric Satué, hasta ahora no ha habido una peor época para ser diseñador gráfico que aquella.
Supimos lo que era una profesión con prestigio, moderna pero artesanal, en la que tenías que conocer el oficio y las tendencias, ser un artista y un artesano, pero lo supimos por los libros en las bibliotecas, los profesores y compañeros algo mayores. Sí, he diseñado "a mano" mientras aprendía, pero ya entonces comprendimos que era un esfuerzo vano, la era digital había eclosionado y lo que después estuvo plagado de oportunidades al principio nos pillo desprevenidos, sin saber a donde agarrarnos. Aun hoy tenemos que luchar, en una mezcla entre puesta en valor y labor pedagógica, para dignificar nuestro trabajo, pero al menos ahora me lo tomo con humor y no con desesperanza.
Así que estoy orgullosa de esta pequeña incursión en el mundo del diseño gráfico para web, a diferencia de entonces no lo he tenido que hacer todo yo sola, siempre que puedas cuenta con programadores gente que conoce su oficio como tú el tuyo (en este caso los chicos de fersacom) de la simbiosis entre profesionales surgen las mejores propuestas. Y ya está ya termino sólo queda vuestra apreciación, podéis ver el trabajo que hicimos para la Aseoría Megías pinchando aquí.
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